No se me confunda. Mas bien pienso que “el fin justifica la interpretación” , o sea, la finalidad de la regulación del estado de alarma justifica la interpretación abierta del Decreto y da cabida a la calamitosa situación generada por los controladores. Esa es mi premisa: las leyes han de interpretarse conforme a sus fines. Y aquí se ha cumplido el fin de la norma. Saludos matinales
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